La Marca es el requisito legal necesario para poner un producto o servicio en el mercado y poder identificarlo y separarlo de los demás.
Pero nosotros no estamos interesados en esa definición de Marca. Para nosotros La Marca es el valor diferencial que una persona esta dispuesto a pagar por un producto o servicio.
La Marca se ha convertido en un espejo en el que se mira el consumidor y que está dispuesto a defender y compartir, y ahí es donde reside su tremendo potencial, en conseguir que sus clientes sientan orgullo de poseerla y compartirla como suya.

Pongamos un ejemplo:
Una larga carretera en que en ambos extremos hay dos motoristas que circulan enfrentados. Al cruzarse ambos se saludan con un ligero movimiento de manos, son de la misma «tribu» aunque no se hayan visto en la vida. Comparten muchas cosas en común, los valores de su Marca, los valores de Harley Davidson.
Estos valores psicológicos y emocionales son los que sitúan la marca en otra dimensión. En la dimensión en que la podemos situar desarrollando un BrandContainer.
Este idílico mundo de la marca también tiene sus peligros, sus usuarios no perdonan. Tienen el listón muy alto y exigen mucho por comprometerse con «su» Marca. No les podemos fallar.