Después de años de beneficios empresariales en que el fin justificaba los medios, ha llegado el momento de actuar y demostrar la responsabilidad medioambiental y social de las empresas.
Ha llegado el momento de ver quién paga la factura de años y años de falta de legislación apropiada, de generar polución y gasto energético sin control, de producir residuos incesantemente, de gestiones éticamente dudosas y… de mucho más.
Los consumidores lo tienen claro, son las empresas las que deben actuar para solucionar ese desaguisado (o las marcas para nosotros).
Según un estudio de Accenture & Havas de junio del 2014, hay una fuerte corriente de opinión (en torno al 72%) que piensa que las empresas no ponen el suficiente cuidado en su responsabilidad medioambiental. Y que la población tiene el deber moral de castigar a aquellos que no cumplan.
Y esto es una buena noticia para nosotros porque nos ofrece la oportunidad, a través de una estrategia de BrandContainer, de comunicar lo que nuestra Marca está dispuesta a hacer para ayudar a preservar el planeta para las generaciones futuras.
Mediante una correcta estrategia de BC podemos exponer todo lo que nuestra Marca realiza, y si lo hacemos bien será la sociedad la que se encargue de divulgarlo a medio plazo porque ésta es la que muestra un auténtico interés por premiar y divulgar las acciones correctas y beneficiosas de las empresas para con los ciudadanos.
Y sino que se lo digan a la empresa de juguetes Lego, que ha roto sus vínculos comerciales con la petrolera Shell por la presión social de miles y miles de personas que no quieren que sus hijos jueguen con iconos de empresas que no están suficientemente comprometidas medioambientalmente.